Puerto Varas fue el escenario de un hito sin precedentes: la firma del Acuerdo Birregional por Cuencas Resilientes, una alianza entre autoridades, academia, sociedad civil y servicios públicos de las regiones de Los Lagos y Los Ríos, con el objetivo de avanzar hacia una gestión del agua más justa, ecológica y sostenible.
El acuerdo, firmado durante el seminario “Acción para la Protección: Reservas de Agua – Territorios de Vida”, busca impulsar una estrategia interregional que promueva la protección de caudales con enfoque de cuenca, fortaleciendo la gobernanza hídrica desde una perspectiva ecosistémica y territorial. La iniciativa destaca la necesidad de transitar hacia una planificación integrada, que priorice tanto el desarrollo local como la conservación de los ecosistemas ribereños, lacustres y fluviales.
“Los ecosistemas nos exigen repensar cómo habitamos el territorio. Este acuerdo representa un compromiso colectivo por la seguridad hídrica del sur de Chile”, expresó Tomás Gárate, alcalde de Puerto Varas.
Siete municipios, representantes parlamentarios, instituciones públicas y organizaciones sociales respaldaron esta hoja de ruta compartida, que identifica cuencas clave como las de los ríos Futaleufú, Puelo, Yelcho, Palena y San Pedro, altamente valiosas desde el punto de vista ecológico, cultural y turístico.
Reservas de caudal: una herramienta estratégica
El acuerdo pone especial énfasis en las reservas de caudal, una figura legal presente en la normativa chilena que permite proteger volúmenes de agua con fines ecosistémicos y no extractivos. Si bien menos del 10% de los ríos del país se encuentra dentro de áreas protegidas, y menos del 1% cuenta con instrumentos que resguarden la calidad y cantidad de sus aguas, esta herramienta representa una oportunidad concreta para enfrentar la crisis hídrica y ecológica desde una perspectiva preventiva.
Rodrigo Sanhueza, director nacional de la Dirección General de Aguas (DGA), junto a los seremis de Medio Ambiente de ambas regiones, recibió oficialmente el acuerdo para avanzar hacia su implementación.
Experiencia internacional y rol de la ciencia
El evento contó con la participación especial de Eugenio Barrios, director de Agua de la Fundación Gonzalo Río Arronte de México, quien compartió los aprendizajes del Programa Nacional de Reservas de Agua de ese país, donde se han protegido más de 300 cuencas. Barrios subrayó que “las reservas no impiden el desarrollo, pero exigen que este se ajuste a límites ecológicos claros”, destacando el rol crucial de la ciencia en respaldar decisiones públicas con evidencia.
En ese sentido, se relevó la participación activa de la Universidad Austral de Chile, cuyo trabajo académico ha contribuido a sustentar científicamente la propuesta de reservas en cuencas como las del Puelo y Futaleufú.
Un compromiso con el presente y el futuro
Voceras como Pía Weber, de la ONG Pew, y Nicole Mansuy, de la Coalición por los Ríos Protegidos, valoraron el acuerdo como una señal clara de que es posible articular una agenda común entre Estado, comunidades, academia y sector privado, para proteger el agua como bien común, derecho humano y base del desarrollo territorial.
La firma de este acuerdo marca también el inicio del ciclo Voces en Confluencia: experiencias de protección y restauración de ríos en Latinoamérica, que busca visibilizar estrategias de conservación fluvial en el contexto de los compromisos internacionales asumidos por Chile, incluyendo el objetivo global de proteger al menos el 30% de los ecosistemas continentales y acuáticos al año 2030.